¡Cinco trucos para mejorar tu caligrafía y escribir sin tensión!

Postura correcta para escribir bien y para sujetar el lápiz y colocar los dedos

¿Por qué es importante mejorar la caligrafía y escribir bien y sin tensión? Afortunadamente en occidente se está recuperando la caligrafía por la importancia que tiene para nuestro desarrollo cognitivo y emocional (los países orientales nunca lo dudaron). Suecia, Francia o EEUU ya han reaccionado tras comprobar los perjuicios ocasionados por su abandono en muchas escuelas. Detrás irán tomando ejemplo muchos otros países pues los libros y la escritura a mano también logran que desconectemos unas horas al día de las pantallas digitales, con los beneficios que ello conlleva para la salud física y emocional de niños, jóvenes y adultos.

Tan importante como volver a escribir a mano es hacerlo sin la tensión y malestar habitual con que muchos estudiantes lo hacen. Escribir es un micro gesto de gran dificultad y por ello necesita del conocimiento preciso de su biomecánica.

Los cinco trucos claves para mejorar tu caligrafía y disfrutar su “danza mágica” son:

1- Intenta sentarte  correctamente, sin encorvar la espalda y sin inclinar en exceso el cuello y la cabeza pues las posturas inadecuadas terminan perjudicando física y emocionalmente. Además los hombros deben permanecer alineados y paralelos al borde de la mesa y la altura de la silla debe adaptarse a ella (es correcta cuando  sentados estiramos los brazos y el codo queda aprox. a la altura de la mesa).

2- Para que el brazo se deslice con facilidad y sin presionar contra el cuaderno, el peso del cuerpo debe recaer sobre el brazo izquierdo  (en los zurdos al revés). Ten en cuenta que el antebrazo debe deslizar el lápiz para avanzar por el renglón como un compás, es decir, con el codo fijo dentro de la mesa (sin exceso de tensión) y con el resto de “la palanca” relajada, sin presionar inconscientemente contra la mesa.

3 – Coloca la hoja ligeramente inclinada y adaptada a la posición del antebrazo. Para ello evita ponerla enfrente de ti y desplázala ligeramente hacia un lado como se ve en la imagen pues de lo contrario el brazo se encogerá y la muñeca se tensará para intentar que la escritura se mantenga horizontal.  Además aleja el cuaderno del borde de la mesa, subiéndolo lo necesario para tener siempre apoyado el codo dentro de la mesa (incluso cuando escribas en la parte inferior de la página).

4 – Sujeta el lápiz o boli sin más fuerza de lo necesario y con cada dedo en el lugar como muestra la imagen. El exceso de presión es un reflejo condicionado que refuerza el estrés, miedo o ansiedad que estamos sintiendo y que nos termina agotando y debilitando.

5 – Intenta escribir con la muñeca libre, relajada y flexible, pues ello activa una mente libre, relajada y flexible (capaz de aprender de los errores, emocionalmente hablando). Para ello antes de empezar, cierra los ojos unos instantes y respira despacio mientras relajas todo el cuerpo y giras las muñecas suavemente.

Al final, sentirás que escribir es como bailar la mano sobre el papel y disfrutarás enlazando las letras con agilidad. La letra enlazada es muy importante porque activa muchas más capacidades que la letra imprenta y separada (unión con los demás, flexibilidad, atención, tenacidad, motivación, razonamiento y memoria)

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